Xcom: Enemy Within, Impresiones

Enemy Unknown fue un gran triunfo de Firaxis y una fantástica noticia para los amantes de la estrategia y la táctica. Ahora, el estudio prepara una nueva versión que añadirá profundos cambios a nuestra lucha encarnizada contra los invasores.

XCOM: Enemy Unknown fue una de las mejores noticias de esta generación para los amantes de la estrategia y los incondicionales del clásico de Microprose. Por primera vez en muchos años podíamos disfrutar de un juego que bebía del original de Julian Gollop, después de mucho tiempo viendo como la saga trataba de alejarse de su legado original con diferentes proyectos fallidos, y luego viendo como era directamente abandonada hasta el regreso de la tumba que supuso el proyecto original de XCOM FPS. El juego fue un éxito crítico y comercial y un digno heredero, por fin, del gran legado del original, pero sin renunciar a sus propias ideas ni a su identidad. No todo el mundo estaba conforme por supuesto, a fin de cuentas no es el mismo juego que el original y era difícil que todos sus incondicionales aprobaran los cambios -algunos pensados para intentar la difícil de tarea de crear una interfaz apta para consola-, pero el resultado fue excelente.

Ahora, Firaxis prepara una nueva y ambiciosa expansión que va a transformar la campaña del original y añadir una gran variedad de posibilidades que profundizarán en las fortalezas del juego original. Enemy Within es una excelente oportunidad para repensar algunas ideas y añadir una serie de elementos que deberían aumentar la variedad, posibilidades y posibles problemas tanto a nivel de combate directo como en lo que se refiere al metajuego en particular. Para conseguir todo esto se han añadido nuevos enemigos, dos ramas tecnológicas que abrirán las puertas a dos nuevos tipos de soldados en nuestras filas y una nueva facción en el conflicto, que añadirá un interesante reto. Además hay que sumar ajustes y modificaciones a cosas ya presentes en el juego, buscando dar otro aire a los combates. La filosofía es similar a las grandes expansiones de Civilization, que cambian por completo el juego añadiendo nuevas mecánicas y circunstancias.

Uno de los cambios más interesantes es lo que da nombre a la expansión: Enemy Within, que hace referencia a una nueva facción que se interpondrá en nuestra lucha contra la amenaza alienígena: EXALT. Se trata de un grupo paramilitar formado bajo oscuros intereses que ven con buenos ojos la llegada de los extraterrestres a la tierra. Bajo ideas transhumanistas, el grupo tiene tres objetivos: acumular tecnología alienígena, favorecer los experimentos genéticos de los extraterrestres para introducir mejoras rápidas en la propia humanidad y, por último, aprovechar la situación para tomar el control del planeta una vez que los gobiernos se hayan colapsado y tanto las fuerzas terrestres como los invasores estén debilitados. Obviamente, XCOM es un enemigo natural para todos esos objetivos, por lo que EXALT estará siempre muy encima de nosotros para interponerse en nuestros objetivos.

EXALT funciona por células independientes repartidas en todos los países, todas funcionando de forma autónoma y sin saber dónde o qué hacen las demás. Si los dejamos a su aire, se expandirán y sus acciones se harán cada vez más habituales poniéndonos en serio peligro. Las células pueden realizar tres tipos de acciones que alteran nuestro ritmo de crecimiento: Sabotaje, que les permite robar directamente nuestros fondos; Propaganda, que aumenta considerablemente el pánico de la población en el país donde haya una célula -lo que a la postre puede bloquear la financiación que obtenemos de ese país- y Pirateo, que permite a los Exalt entrar en nuestros sistemas, robar un desarrollo y cancelarlo, los que nos puede costar un valioso tiempo y nos niega valiosos avances que podrían marcar la diferencia en una batalla.

La única manera de combatir a esta facción es realizar escaneos -por un coste que va subiendo a cada iteración- y localizar sus bases. Una vez hecho esto, podemos mandar a uno de nuestros agentes a infiltrarse, Pasados unos días volverá a comunicarse con nosotros para una extracción inmediata -si no la atendemos, perdemos el agente. Al hacerlo podemos enfrentarnos a dos tipos de misiones: en una deberemos montar una defensa contra los agentes enemigos, sobreviviendo a todo los que nos echen. La segunda es una extracción encubierta, en donde tenemos que piratear dos sistemas de comunicación y llegar a una zona segura, intentando evitar una gran confrontación si es posible. Lo interesante de todo esto es que las unidades EXALT son muy parecidas a las nuestras, con tipos similares, acceso a las mismas armas y con posibilidad de progresar, por lo que plantean un tipo de combate muy distinto al que estamos acostumbrados. Suponen un reto muy interesante y un factor desequilibrante que aumenta el atractivo de la campaña.

En nuestro lado, contamos con dos importantes novedades y un nuevo recurso: Meld. Gracias a él podremos abrir dos nuevos centros de desarrollo que permitirán sendas líneas de avances. Una nos dará acceso a la posibilidad de mejoras biomecánicas, que pueden convertir a nuestros hombres literalmente en cyborgs. la otra nos permitirá medrar directamente en el código genético de nuestros hombres para hacerlos mejores y más resistentes. En el primer caso nos permitirá acceder a un nuevo tipo de soldado, el MEC Trooper, equipado con un exoesqueleto que les dará una gran resistencia en combate, convirtiéndolos en auténticos tanques humanos. Usan armas pesadas como el cañón de partículas o una ametralladora montada, no pueden refugiarse y tienen acceso a diferentes ampliaciones, que les permite equiparse con cosas como lanzagranadas, habilidades regenerativas o minas de proximidad.